27.2.07

Oh mammy blue

Zepporro Máximo, trota feliz


Si ya sabía yo que la labor del Ministerio de Cartografía sería titánica. El anterior Presidente de la República, bien llamado Zepporro Máximo, muestra lagunas importantes en conocimientos que deberían ser básicos para un estadista (véase A. J. J. CARPENTIER de LEMOS y ENTRAMBOSMARES (1982): Equívocos y Falacias en la Interpretación de Estadísticas Inguinales. Editorial de los Sentidos Hipnóticos, Valencia. O.280.492. y, del mismo autor, How to Lie with Statistics while playing the little chu-chu train. (1987) W. W. Patton and company, New York. O.280.678.) como son el censo de población y la ordenación del territorio.

El Instituto Republicano de Estadística publicó recientemente la actualización de los datos demográficos de nuestro territorio. Se conoce que los esbirros del anterior Presidente, bien por la dejadez propia que suele observarse en caducos músicos eurovisivos, bien por no hacerle mala sangre dada la indudable prosperidad de la República desde que abandonase su cargo, no le han informado de unos datos que, a grandes trazos, voy a comunicarle para que no vuelva a hacer gracietas sobre el número de combatientes desplegado alrededor del cráneo de Ymir.

La República de la Gran Medusa, como cualquier ceporro sabe, comprende los núcleos urbanos de Tomoyasville (capital y metrópoli), los asexionados barrios del Carmen, Benimaclet, playa de la Malvarrosa y Casa Guillermo, campus universitarios (incluída la UNED y toda su comunidad estudiantil por lejana que sea la distancia a la que estudien), la díscola pero apreciada plaza de Ascensión Xirivella, el Perelló, la piscina de Náquera, Tabuenca, el territorio hermano del Pla de la Mestra y Guilin, las colonias de Gor en Granada, Medusa en Albany, Ipanema con sus chicas, la Isla de Pascua con mis enigmáticas efigies y toda el área metropolitana de Tokio con sus 40 millones de amables habitantes.

Haga cálculos, altisonante amigo, y si su materia gris no da para tanto yo le ayudo: 40.679.423 medusianos dispuestos a todo por la Graciosa y Serenísima República. Y no cuento los chihuahuas ni mis cuatro Oscuros Retoños que, por nada del mundo, volverían al maligno Señorío del Sie7e.

Efectivamente, no paramos de crecer, y lo hacemos sin esfuerzo pues son muchas las naciones amigas que, vista la excelente calidad de vida y caldos que nuestra república del Bienestar proporciona, desean izar nuestra polícroma bandera con loro en todos sus edificios oficiales, acogerse a nuestra Constitución y hacer propios nuestro idioma, atávicas costumbres, idolatrías y selecciones deportivas.

He recibido, por cierto, noticias excelentes de Banano Agudo. Pronto terminará el conflicto que me enfrenta al Señorío del Sie7e. Las bonitas patinadoras allí desplegadas volverán, alrededor de Palacio girarán y las carpas del estanque en mi balcón sus nidos a colgar, y, otra vez, con las branquias en mis cristales, jugando llamarán.

11.2.07

Cintas magnetofónicas y luces de neón

Futil Gofre Smog, el veloz mensajero de pies alados y vista cansada, se presentó anoche en Palacio con una grabación magnetofónica que portaba en su zurrón-valija. Futil Gofre traía noticias del Ejército Republicano, establecido ya en tierras del sie7e, grabadas por el propio Futil al comandante en jefe de nuestras Fuerzas de Asedio, el general Banano Agudo.

Inmediatamente dejé de emitir las aceleraciones sónicas que estaba practicando con la flauta e hice aproximar el vetusto magnetofón a mi Relax Lounge Chair con otomana, de Charles and Ray Eames, adquirido a precio de ganga en internet.

Ésto escuché y lo transcribo aquí para dar noticia de lo que acontece allá:

(...carraspeos, risas nerviosas, un sonido inexplicable...)

Excelentísimo Sr. Presidente Único de la República Serenísima de la Gran Medusa.

Al habla el General Banano Agudo:


Ejecutando las ordenes aprobadas por el Consejo de Ministras que Usted preside y con objeto de restaurar el honor de la República, mancillado por gandul sagaz en las nalgas pilosas de nuestro Embajador, Sr. Zenmaja, el Tercer Ejército de la República, formado por 353.047 hombres y mujeres de diversa orientación sexual (un 16% de ellos reclutados en el díscolo barrio de Ascensión Xirivella), 1.500.000 chihuahuas, miles de carros de combate, patines in-line, bicicletas tándem y aviones anfibios cargados con peces pútridos y sebos levantinos, ha comenzado el asedio del, en ocasiones, material territorio del señorío del sie7e. Nuestros batallones metafísicos, comandados por el capitán Blasonería Vito, cuidan del asedio por su lado inmaterial.

Ya hemos arrasado los campos de cultivo que rodean el cráneo del gigante Ymir, hemos infectado las canalizaciones de agua con constantes micciones de la muchachada, los lobos que hacían girar el Sol y la Luna se han encaprichado de nuestra chihuahua más atractiva y con ella gozan encerrados en una jaula (por lo que el movimiento de los astros se ha detenido en un bello crepúsculo sin fin frente al que se fotografían nuestros soldados por parejas), y hemos tomado posesión de los innumerables moteles que rodean el señorío, estableciendo nuestros cuarteles generales en los cuatro más pomposos y acogedores, todos ellos elegantemente iluminados por sugerentes neones: "Pink Salón", "Xanadú", "Burbujita´s" y "La Diosa".
En este último me he instalado yo, Banano Agudo, y debo comentar que no le falta detalle, si bien le sobra alguna foto de gandul sagaz con los ojos en blanco.

Ha comenzado el asedio y en estas condiciones no nos importa que sea largo, pues nunca será tedioso.

La población sitiada se muestra nerviosa asomándose inquieta por las cuencas oculares de Ymir. El ulular de los Oscuros Retoños, tristísimo, enerva a los chihuahuas, pero llega muy amortiguado a este cálido salón desde el que le hablo acodado en la barra por la que desfilan con donaire bellas lugareñas que son un primor.

Sin noticias del Embajador.

A la espera de sus órdenes. ¡Viva el Presidente Único! ¡Viva la República!

(...toses, risas, un cristal roto, música sensual...)